¿Qué tienen en común la ortodoncia y la arquitectura?
Puede parecer muy osado comparar estas dos profesiones, pero además de que ambas necesitan un alto grado de formación y de que el resultado de sus trabajos tiene un gran impacto en las personas, ambas profesiones se dedican a proyectar, diseñar, dirigir tratamientos o construcciones y a velar respectivamente, por el mantenimiento de bocas y de edificaciones.
Puede parecer muy osado comparar estas dos profesiones, pero además de que ambas necesitan un alto grado de formación y de que el resultado de sus trabajos tiene un gran impacto en las personas, ambas profesiones se dedican a proyectar, diseñar, dirigir tratamientos o construcciones y a velar respectivamente, por el mantenimiento de bocas y de edificaciones.
El arquitecto proyecta edificaciones, espacios urbanos o estructuras varias. El ortodoncista proyecta sonrisas perfectas, o mejor dicho sonrisas que doten a la persona de naturalidad, de felicidad, de confianza y de autoestima, y lo más importante, sonrisas construidas diseñando una boca sana y perfectamente funcional.
Muchas veces olvidamos que un tratamiento de ortodoncia no es solamente un tratamiento estético. Es verdad que el conseguir un buen refinamiento en la parte final de tratamiento y conseguir una perfecta y bonita sonrisa es lo que más satisfacción da al paciente. Pero el aspecto funcional es realmente lo más importante para el ortodoncista, es la parte médica o de salud del tratamiento, es lo que le va a dar al paciente a corto, medio y largo plazo la felicidad plena. Y el motivo es que lo que le preocupa al buen ortodoncista es que la mordida del paciente sea perfecta y duradera, que pueda cerrar la boca de manera correcta para no tener dolores mandibulares o de otro tipo en el futuro, para que no choquen los dientes, y que esto cause el deterioro de los mismos, para que se tenga un correcto flujo del aire y evitar de esta manera ronquidos y deficiencias respiratorias que incomoden en el día a día al paciente.
Se podría decir que el papel que desempeña un arquitecto en la construcción de edificaciones y el que desempeña un ortodoncista en la construcción de sonrisas y bocas sanas, tiene muchas similitudes.
En conclusión, al igual que un arquitecto al proyectar y al monitorizar la construcción de un edificio o un puente, no solo se preocupa por lo bonito y lo estético de su diseño, sino también y fundamentalmente por la seguridad y la funcionalidad de su obra, un ortodoncista hace lo mismo con la boca, los dientes y las encías de sus pacientes.
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